miércoles, 24 de diciembre de 2014

Neuromarketing y las felicitaciones de Navidad

Si hay un tiempo donde se envían mails, ese es navidad. Se unen los correos normales con los que felicitan la navidad. Antes eran cartas, hoy son correos electrónicos. En el caso de las empresas, siempre interesa que el correo se lea, aunque sea una felicitación de Navidad.

Así que estaría bien saber qué elementos de un correo hay que elaborar con más detenimiento. Este es el propósito de un trabajo con eye-tracking y NIRS realizado hace un par de años por el MIT y la Universidad de Harvard.

Dentro de la parte del trabajo que se refiere a los diferentes elementos del correo electrónico, como era de esperar, el contenido del correo es el que menos determina que un mail se abra o no. ¿Cuál será el elemento más determinante en la decisión de abrir un mail?

Si esperabas que fuese el asunto, lamente decirte que estás equivocado. No es el asunto sino el remitente lo que más nos inclina a la apertura de un correo electrónico.

Es decir, que cuando dedicamos medio segundo a escribir el texto "De" en nuestro cliente de correo, estamos seguramente desperdiciando la potencia de ese campo. Cuando en "De" aparece un nombre y apellido de una persona, suele inclinar la apertura del correo. Mientras que cuando es el nombre de una empresa, normalmente se mira el asunto y según lo que este indique, se abre o no.

Es muy frecuente no saber qué poner en ese campo y poner o la dirección de correo o solo el nombre de pila. Al contrario que cuando el nombre va a acompañado de un apellido, cuando va solo favorece menos la a apertura del mismo.

Normalmente dedicamos muchísimo tiempo al diseño y redacción del mail, un poco menos al asunto y nada a pensar en el remitente del correo. Cuando trabajos como este demuestran que el contenido puede ser maravilloso, que si el remitente no acompaña el mail ni siquiera será leído.

Quiere decir que ha llegado la hora de invertir los papeles, y aunque sea una simple felicitación de navidad, deberemos dedicarle más al olvidado campo "De" y un poco menos al contenido, sin que esto signifique que este último tenga que ser menos bueno. Si un correo se abre y el contenido no es interesante, contribuye a que los próximos no se abran con solo ver el remitente.

Luego, por tanto, hay que dedicar tiempo a pensar en el texto del remitente y también a no abusar de la práctica del envío de mails, al menos con la cuenta con la que deseamos ser leídos. Y esta debe diferenciarse y mucho en el texto del campo "De" de las demás.

Moraleja, los correos electrónicos han acelerado el mundo de la comunicación escrita, pero sigue siendo esencial quién envía para decidir abrir y ver el contenido o enviarlo a la papelera, sea esta real o virtual.

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