miércoles, 22 de marzo de 2017

Neuromarketing y el grosor de los dispositivos electrónicos

Qué valora el cliente cuando, entre la amplísima oferta del mercado, se plantea comprar un dispositivo electrónico. Obviamente muchos dirán que el precio es determinante, lógico hay quien tiene un terminal de gama básica pero le gustaría tener un iPhone de última generación. Pero ese no es el planteamiento, sino dentro de una misma gama qué factor (o factores) llevan a un usuario a decidirse por uno u otro dispositivo incluso dentro de la misma marca.

Esta es la pregunta que se hacen los fabricantes de dispositivos para plantear los próximos lanzamientos. Hemos llegado a un punto donde cada lanzamiento en alta gama viene acompañado de una serie de prestaciones que sí, están ahí, pero que el usuario medio no utiliza. La mayor parte de los usuarios de smartphones de alta gama reconocen no usar el sensor de huellas para desbloquear su dispositivo simplemente porque no lo ven práctico. Se tarda mucho más en desbloquear con la huella que con un pin o una forma patrón.

Varios fabricantes de dispositivos electrónicos junto a un equipo de neurocientíficos se han planteado esta pregunta y la han respondido en un estudio en la que se ha usado fMRI, eye-tracking, medición del ritmo cardiaco y galvanometría.

Para ello tomaron como muestra un grupo de cincuenta personas todos usuarios de smartphones, tablets y televisores LED "amantes" de la tecnología. Previamente a la prueba un equipo de diseñadores gráficos realizó un montaje de diferentes supuestos nuevos lanzamientos de dispositivos y cuatro variaciones sobre cada uno de ellos. Colores nuevos, formas más redondeadas, terminales más delgados y nuevos materiales y, por tanto, nuevas texturas. Para esta última variable como lo que se mostraba a los sujetos era una imagen y no una maqueta (y, por tanto, no se podían tocar) se tuvo en cuenta en los diseños que a simple vista se comprobase que el dispositivo en cuestión tenía una textura muy diferente a lo que estamos acostumbrados a ver, fundamentalmente tratando de mostrar diferentes relieves en los diseños.

De cada uno de los dispositivos (tablet, televisión y smartphone) se le mostraban individualmente a los sujetos diferentes diseños atendiendo a los parámetros descritos en el párrafo anterior mientras estaban "conectados" a las herramientas descritas. El objetivo, medir cuál de ellos producía activación emocional en los usuarios y cuál mayor nivel de engagement, resultando que la misma variable era la que mayor valor tenía en ambas.

Lo que más valoraban los usuarios era la "delgadez" de los dispositivos. Aquellos diseños, idependientemente de otros factores, que en las imágenes se mostraban claramente más delgados eran los que más atraían a los potenciales usuarios que participaron en la prueba.

Si hace unos años el protagonista indiscutible eran las formas redondeadas y un dispositivo cuyo diseño las hacía protagonista era mucho más atractivo que uno que no, hoy, lo más valorado es el poco grosor de los dispositivos incluso si su forma ya no es redondeada sino recta. El usuario valora tanto la delgadez de los dispositivos como que el diseño que se está utilizando los haga parecer más delgados.

Hay que tener en cuenta que estudio se hizo únicamente a nivel de diseño, es decir, en ningún momento se hablaba o se mostraban prestaciones, incluso las pantallas de los dispositivos se mostraban en blanco (o sea, en negro) en los montajes. Con lo que no podemos saber qué papel juega el grosor en combinación con las prestaciones, lo que sí que podemos saber puesto que los participantes fueron sometidos a una entrevista posterior, era que todos atribuían mejores prestaciones a aquellos que parecían ser más delgados (algunos incluso sin serlo, pero el diseño así lo hacía pensar).

martes, 7 de marzo de 2017

Neuromarketing y el avance del próximo capítulo

Quizá una de las aplicaciones más conocidas del neuromarketing sea el testing publicitario. En este mismo blog en alguna ocasión hemos hablado de algunos casos famosos. Otra aplicación menos conocida, pero también frecuente, es el estudio tanto de películas, como de series de televisión. En estos trabajos se pretende medir el engagement del filme con la audiencia a la que va dirigida. Las productoras invierten en este tipo de estudios a partir de los episodios pilotos para minimizar el riesgo que supone la producción de la primera temporada completa.

Lo que ya no es tan habitual es el trabajo llevado a cabo en tres países diferentes, con una muestra de más de cincuenta personas por país y en el que se sometía a los sujetos al visionado de diferentes capítulos de varias series para determinar qué parte del capítulo es la mayor responsable del engagement con el espectador.

Cada capítulo es una pequeña historia que enlaza con la gran historia que es la serie completa. Como toda historia narrada tiene una presentación de personajes, un desarrollo y una conclusión. ¿Cuál de estas secciones es la que más interviene en eso que llamamos enganchar al espectador?

Se usaron en este trabajo cascos NIRS, pulsómetros y galvanómetros. En este tipo de trabajos suele ser habitual el uso de eye tracking, pero en este caso se prescindió del mismo puesto que el interés no era estudiar qué elementos de cada capítulo influían más en el espectador, sino qué parte dentro del propio episodio era la más influyente. Decir, que el trabajo se desarrolló en los distintos países de forma casi simultánea gracias a la colaboración de diferentes instituciones locales.

Los investigadores llegaron a la conclusión que lo que más influía en la conexión con el espectador no era lo que habían visto, sino lo que estaba por ver. Todas las series del estudio (y habitualmente todas las que se emiten en TV) terminan con un avance del siguiente episodio. Esta parte, además de ser una de las que más atención acapara es la mayor responsable de provocar que los espectadores estén deseando ver el siguiente episodio.

En casos en los que se produce spoiler, es decir, se revela un acontecimiento importante relacionado con el desenlace final de la trama, también el engagement con el espectador es elevado. Es probable que este efecto se produzca por el deseo de los telespectadores de averiguar de qué manera se llega a ese desenlace.

En otros posts anteriores hemos comentado la importancia que tiene para todo aquel que vende algo que su potencial cliente anticipe las ventajas del producto o servicio que comercializa. Este es otro ejemplo más, pese a que conozcamos cuál es el desenlace el hecho de no saber cómo se llega a él y querer averiguarlo, o sea anticipar la historia, es motivo de mayor espectativa y por tanto mayor fidelización del espectador. Anticipar ayuda a vender y fidelizar.