Las tarjetas de visita se pueden perder, las cartas y los mails muchos no se leen, pero las facturas son un documento que el cliente obligatoriamente tiene que guardar. Sin embargo, la mayoría de las ocasiones dejamos su diseño a la suerte del programa que usamos para facturar o a la plantilla de excel que hemos encontrado.
Si el cliente debe almacenarlo sí o sí, la factura es una oportunidad fantástica para tratar de dejar huella en el cliente y su diseño debe estar tan cuidado o más que el de una tarjeta de visita o un membrete.
Es por eso que un grupo de la Boston University ha decidido estudiar mediante eyetracking y EEG la reacción de clientes ante diferentes diseños de factura. Aunque en la información que me han enviado me facilitan poca información sobre el EEG, sí que me pasan una mucho más detallada sobre el eye-tracking.
El trabajo, según se indica, se hizo sobre 150 clientes con cinco tipos de diseño de factura diferentes todas ellas en tamaño Carta (215,9 x 279,4).
Es casi de sentido común que una de las cosas más importantes en una factura es el precio final. Lo que el cliente tiene que pagar. Este trabajo, además, apoya al sentido común. Sin embargo, es curioso, cómo no solo descuidamos el diseño de las facturas sino que además no destacamos de ninguna forma el importe a pagar. Haciendo que el cliente se pierda en la factura buscándolo. Decir que esto último no aparece en el trabajo, es una opinión mía.
Lo segundo más buscado en la factura son los datos del comprador. Es decir, por encima de lo que hemos comprado miramos nuestros datos. Se supone que ya sabemos el concepto. Aquí hay que destacar que el trabajo está hecho sobre facturas de bienes comprados en tiendas, no sobre factura de empresas de telefonía o electricidad, en las que es de suponer que el concepto sería "más buscado" como ellos mismos indican en su estudio.
Aunque no indican de qué parte de las mediciones sacan la siguiente conclusión, me parece interesante hacer un comentario. Reseñan que es importante aplicar la imagen corporativa en la propia factura. La aplicación de la imagen corporativa en las facturas en las Pymes, normalmente se limita a colocar el logo y encima se imprime en blanco y negro. Si el cliente debe guardar la factura, como decía al principio, esta debe estar tan cuidada o más que una tarjeta de visita. Sin embargo en las Pymes le prestamos demasiada poca atención.
Muchas gracias al equipo de la BU que me han pasado parte del trabajo para comentarlo, estaré encantado de leerlo completo y hablar más de él cuando lo publiquéis y pueda leer a fondo todas las mediciones y conclusiones. Valga este aperitivo para llamar la atención sobre el diseño un documento que las empresas pequeñas descuidan bastante, perdiendo así una preciosa oportunidad para "conquistar" aunque sea la retina del cliente.
Totalmente de acuerdo, José. Es más, voy a corregir ahora mismo en mis facturas lo del tamaño del precio y los datos del cliente, ya que en lo otro, creo que voy bien servido... ;-) ¡Un saludo!
ResponderEliminarFenomenal Alejandro, me alegra que te haya servido :-) Un saludo.
ResponderEliminar