miércoles, 23 de enero de 2019

Neuromarketing y la banca en los jóvenes


Si hay un sector preocupado por el futuro, esa es la banca. Y no es porque, económicamente hablando, su situación sea ni mucho menos crítica. Sino porque como buenos conocedores del mercado, saben que el futuro va a ser muy diferente al presente y no saben bien por dónde van a ir los tiros.

El sector bancario tiene dos amenazas importantes. Por un lado, están las empresas tecnológicas, que dominan sin lugar a dudas el medio digital, el que, presumiblemente, será el del futuro. Por otro, están las conclusiones del estudio que traigo esta quincena.

Pensando en la posición en la que están y sobre todo en cómo le ve el cliente futuro, el de los jóvenes, un importante banco alemán ha encargado recientemente un trabajo a una consultora de análisis de mercado que ha incluido en una de sus partes un trabajo de neuromarketing.

En este caso se trata de un trabajo de asociación en el que se usaron cascos NIRS, eye-tracking, pulsómetros y galvanómetros, con idea de profundizar en los insights con los que los diferentes segmentos de clientes asocian a este banco.

Desde los treinta años en adelante, por lo general, tanto los clientes reales como los potenciales asocian la marca del banco con seguridad, estabilidad y saber hacer. Sin embargo, los menores de treinta la asocian especialmente con un valor que para el banco es preocupante. Pese a la inversión en los últimos años en Fintech y en mejorar todas las herramientas tecnológicas, este segmento, que representa el futuro del banco, asocian la marca con querer ser tecnológico pero no saber hacerlo.

Las inversiones en tecnología han servido para dar herramientas a los demás segmentos, pero les está alejando aún más de los más jóvenes, lo cual les plantea un problema importante a medio y largo plazo. Y es que, no siempre invertir en tendencias en suficiente, a veces lo que hace falta es reinventarse en la tendencia.

miércoles, 9 de enero de 2019

Neuromarketing y la percepción de la buena fruta


Continuamos con otra de las partes del trabajo al que hemos ido haciendo referencia en las últimas quincenas, en las que nos hemos ido refiriendo a diferentes aspectos analizados de un estudio que pretendía analizar diferentes factores que influyen en la percepción de varios perfiles de consumidores en lo que a la compra de productos saludables y bio se refiere.

Hemos hablado de los lineales de supermercado, del etiquetado de productos y hoy traigo una parte de ese trabajo, que no deja de ser cuanto menos, curiosa.

Dentro del macrotrabajo que indicaba, había una parte referida específicamente a la elección de fruta. Muchos son los estudios con y sin neuromarketing, dedicados a estudiar los factores que influyen en la anticipación del sabor de la fruta. Hay trabajos que estudian el color o la forma, entre otros, algunos de los cuales he hecho referencia en este blog. Sin embargo, no hay tantos referidos a la percepción de que la fruta es o ecológica o al menos, como es el caso, a factores que influyen en que se perciba como más natural y ecológica independientemente de cómo se haya cultivado.

Para ello, se hizo un trabajo en el que se analizaba el grado de asociación de imágenes de situaciones saludables, con diferentes presentaciones de cítricos. Como en el propio trabajo se indica, estudiar el grado de asociación de imágenes y vídeos que representan diferentes situaciones, con las de fruta, no es la manera ideal de analizar la percepción de la “naturalidad de una fruta”, pero como se indica en el propio estudio, es la que mejor adecua a los recursos disponibles, además de hacer un buen control de variables extrañas y un diseño de la prueba muy cuidado.

En el trabajo, se usaron cascos NIRS, eye tracking, medición del ritmo cardíaco y galvanometría. El trabajo en cuestión está hecho con cítricos porque se deseaba enfocar en ese sector, en concreto naranjas, clementinas y limones fueron los productos elegidos.

La mayor activación emocional y mayor grado de asociación se producía cuando la fruta se exponía de forma que cada pieza mantenía parte de la rama del árbol incluso algunas de sus hojas, incluso aunque estas empezasen a estar estropeadas por hacer varios días que se había recogido.

Una vez más vemos como construimos nuestra realidad con asociaciones hechas a través de percepciones más que por la realidad objetiva.