Unos defienden que la escritura a mano desaparecerá tarde
o temprano, otros que jamás de los jamases podrá desaparecer porque no siempre
vamos a tener a mano un dispositivo, otros que unos días defienden una postura
y otros otra… Sí, ciertamente nadie tiene una bola de cristal y en ciertos
entornos es un tema que incluso provoca debates, recuerdo una intensa
conversación en el entorno educativo sobre la idoneidad de la enseñanza de
caligrafía a nuestros pequeños, mejor dicho, del tiempo que se le dedica a ella, considerando que la escritura a mano es poco menos que una especie en
extinción.
Como decía, ninguno somos adivinos del futuro y sea más o
menos larga la vida de la escritura a mano lo cierto e innegable es que tiene
presente. Es más, a riesgo de abrir un debate muy lejos de la intención de este
post, me atrevería a decir que su vida es más bien larga que corta, pero mejor
no entrar en detalles no sea que nos desviemos demasiado del camino.
En la actualidad, más o menos, pero todos, bolígrafo en
mano escribimos. Y en la actualidad, también, en muchas circunstancias es más
rápido tomar apuntes a mano, aunque sea en dispositivos electrónicos, sobre
todo si lo que deseamos anotar incluye algún pequeño dibujo o esquema. La
experiencia de usar un lápiz en la pantalla de una Tablet o de un Smartphone no
es la misma que la de un bolígrafo y un papel y es algo que los fabricantes de
dispositivos están estudiando con idea de lograr una experiencia lo más
parecida posible.
Con este objetivo, un fabricante de dispositivos
electrónicos ha encargado un estudio que, en primer lugar, determine los
factores más importantes a la hora de escoger un bolígrafo para escribir en
papel. Para ello han usado cascos NIRS y eye tracking en diferentes segmentos
de población. La conclusión que arroja ese trabajo es que, si bien, no se puede
extraer ninguna conclusión con los diferentes segmentos, sí que parece claro
que lo que ellos llaman textura, o sea, la sensación del escritor al deslizar el
bolígrafo sobre el papel es, fundamentalmente, lo que les lleva a decidirse por
uno o por otro, aunque no siempre y eso es una clave importante, es la suavidad
lo que les mueve en la decisión.
Clave para ellos importante porque si quieren imitar en
dispositivos electrónicos la experiencia de la escritura en papel, tendrán que
diseñar “lápices electrónicos” cuya experiencia de escritura sea configurable hasta el punto
de poder escoger diferentes tipos de textura, para así poder adaptarse a los
diferentes perfiles de usuario, que además manifiestan que la experiencia de
escritura en pantalla, precisamente, tiene el problema de no tenerla y ser
demasiado suave.
Si en el futuro hay escritura a mano o no, quién lo sabe,
pero en el presente la textura parece ser importante.