Esta quincena no vamos a hablar, como últimamente, de un
estudio concreto, sino que lo haremos de una aplicación concreta de los
estudios de neuromarketing. Se trata de estudiar la confortabilidad de los
salpicaderos de los coches. Unos trabajos que se suelen hacer empleando NIRS o
EEG, eye-tracking y medición del ritmo cardíaco.
Se suele trabajar en simuladores tipo a los que vemos en
televisión donde entrenan los pilotos de fórmula 1, pero el interior es el del
coche con el que se está trabajando. Se hace sobre una muestra representativa
del target del automóvil en cuestión y se busca, sobre todo, encontrar la
ubicación perfecta de cada uno de los elementos del salpicadero.
Aunque se trata de un tipo de trabajo abierto a cualquier
marca y modelo, son las premium las que suelen preocuparse de estos trabajos.
Trabajos de este tipo le proporcionan a la marca información del sitio exacto y
el ángulo perfecto en que debe estar cada elemento para que luego el conductor
tenga esa sensación de que está todo perfectamente cuidado y a su gusto.
Dicen que los detalles marcan la diferencia y
precisamente este tipo de trabajos ayudan no solo a cuidarlos, sino a
identificarlos, de forma que podamos descubrir y corregir en fase de diseño del
vehículo elementos que no tienen la colocación o el ángulo perfecto, esos de
los que el cliente no es plenamente consciente, pero que en su conjunto marcan
la diferencia entre una marca premium y una muy buena.