miércoles, 6 de febrero de 2019

Neuromarketing y el diseño de las cartas de restaurante


Nadie duda que la carta de un restaurante es uno de los elementos más importantes de un restaurante, a la vez que uno de los más olvidados. En alguna ocasión nos hemos referido al orden de los platos y al propio precio de los mismos. También existe mucha literatura respecto a cómo los precios condicionan la elección de algunos platos. Pero hoy me gustaría hablar de un aspecto menos estudiado, pero no por ello menos importante.

Si la presentación de los platos influye en la elección de los mismos y en la propia experiencia de sabor. Si la decoración del local influye sobre la percepción del cliente y sobre lo que va a encontrar en su interior, incluso también, como hemos visto en alguna ocasión en la propia percepción de sabor, es lógico pensar que el propio diseño de la carta pudiera influir en la expectativa del cliente en los platos, aunque en ella ni siquiera figuren las fotografías. De hecho, con la denominación de cada uno, se intenta también influir en dicha percepción. Pero ¿influye el material, incluso lo colores de la carta en la expectativa del comensal?

Recientemente en nuestro país, se ha realizado un trabajo en el que usando NIRS, eye-tracking, medición del ritmo cardíaco y galvanometría, se ha tratado de estudiar en qué medida el diseño de la carta influye en la percepción de los platos. Para ello, se ha realizado una prueba en el que, a un total de casi cien comensales, se les han mostrado diferentes diseños de carta de restaurante con los mismos platos dentro y se ha medido su reacción ante estas y las fotos reales de los platos. Se trataba de medir en qué medida el cliente esperaba un tipo de plato en función del diseño de la carta.

Pese a que parece ser tendencia en los restaurantes más sofisticados la de usar materiales más rústicos, la expectativa que genera en los comensales estos materiales es la de platos más tradicionales y menos elaborados. El diseño de cartas con materiales innovadores no necesariamente genera una expectativa de comida innovadora. Son los diseños más limpios los que los hacen, más que el tipo de material en sí.

Respecto a los colores, pese a existir una regla no escrita en los restaurantes especializados en pescado en incluir el color azul en sus diseños, cuando predominan estos colores en los diseños estas suelen ser poco asociadas a platos de pescado, más bien a los de comidas muy elaboradas y especialmente sofisticadas.

Quizá haría falta ampliar tanto la muestra como la tipología de carta para sacar conclusiones más generales, no obstante, lo que está claro es que sí, efectivamente, el diseño de la carta influye en la expectativa sobre el plato. Y aún así, hay quien sigue metiendo papeles en fundas de plástico o escribiendo cartas de menú como quien hace la lista de la compra.

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