Desde los inicios de este blog hemos hablado no solo de
estudios y aplicaciones del neuromarketing, sino también de herramientas unas
veces habituales y otras, no tanto, pero no por ello menos útiles que se usan en
esta disciplina.
No solo hemos hablado de cascos NIRS, o diferentes
herramientas para hacer eye-tracking, también hemos referido otras menos
habituales como la electrogastrografía, muy útiles en trabajos en el sector gastronómico.
Hoy me gustaría dedicar unas líneas, a otras
herramientas, que, si bien aún no son frecuentes, seguramente van a serlo en período
muy breve de tiempo. Me estoy refiriendo a las plataformas de reconocimiento de
imágenes. No confundirlas con el software de reconocimiento facial de emociones,
aunque esta puede ser una de sus aplicaciones.
Se trata de plataformas que mediante algoritmos de
inteligencia artificial, o como se les suele llamar en el sector, inteligencia
artificial cognitiva (o inteligencia cognitiva artificial), son capaces de
aprender conductas del ser humano en los entornos de compra para ayudar a
arrojar conclusiones en los estudios.
Lógicamente hablamos de conductas visibles o al menos con
alguna manifestación visible ejecutamos en entornos de compra. Estas plataformas
suelen aplicarse sobre imágenes tomadas por cámaras IP situadas en superficies
de compra y a las funciones de eye-tracking y reconocimiento facial de
emociones, les añaden las ya citadas conductas relacionadas con la compra. Así
pues, gracias a estas herramientas no solo sabremos dónde miran las personas
que hay en esa superficie de compra o qué emoción expresa, sino que, además,
podremos identificar si, por ejemplo, un número significativo de personas coge
el producto sin echarlo al carro, o lo termina dejando en puntos diferentes de
la tienda.
Estas plataformas suelen aprender con el uso, con lo que cada
vez son más precisas en su trabajo, pero también cada vez identifican más conductas
interesantes para las marcas o para las superficies. A los tradicionales mapas
de calor en el sector retail, no solo se le añaden el seguimiento de la mirada
y el reconocimiento de emociones, sino toda una gama de conductas cada vez más
amplia y con la ventaja de que no se está haciendo el trabajo sobre una muestra
de clientes seleccionada, sino sobre todos los clientes reales que pasan por
esa superficie en el tiempo que se está ejecutando la plataforma.
Además, como función adicional, estas plataformas suelen
hacer conteos con una ventaja importante sobre las herramientas de conteo
tradicionales, si la misma persona entra dos veces la cuenta una sola. Y si
entra dos veces en un determinado período de tiempo, puede contarla como
cliente habitual, de manera que no solo tendremos cifras de personas que entran
y salen, sino tasas de clientes habituales. Un mundo en lo que a proporcionar
datos se refiere y que se pueden sincronizar perfectamente con las herramientas
habituales en neuromarketing, con lo que se convierten en el complemento
perfecto de cualquier estudio.
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