¿Cuál es el peso que la estética tiene en los productos tecnológicos a la hora de tomar la decisión de compra? Esa es la pregunta a la que se enfrentaron un equipo de University of California en conjunto con el MIT. Ambos grupos de especialistas unieron técnicas de investigación tradicionales con neuromarketing para dar respuesta a esta pregunta. Y lo hicieron replicando el estudio en USA y Europa. Próximamente lo harán en Iberoamérica.
En una encuesta hecha a los fabricantes de tecnología (Salvo Samsung y Apple) de media determinaban que la estética inclinaba la decisión de compra un 40%. Y todos indicaban que primero el cliente hace una preselección por prestaciones y dentro de esa preselección es cuando empieza a tomar protagonismo la estética. Quizá por eso el mercado de smartphones está dominado por dos fabricantes, los dos únicos que piensan que es justo al revés, que es lo que demuestra el estudio al que hacía referencia al principio.
No solo influye desde un primer momento, sino que en un 70% de las ocasiones el cliente decide por el aspecto y ni siquiera mira las prestaciones. Estas influyen después de la compra si están por debajo de lo esperado. El perfil de cliente consumidor de tecnología hace tiempo que cambió y con él las preferencias. Hoy día se decide más por el aspecto porque según la gama ya se dan por "estándar" una serie de prestaciones y no sorprende al cliente que el terminal sea algo más rápido o tenga una pantalla un poco mejor. Salvo que las diferencias sean enormes, cosa que no hay, por lo general, entre terminales de la misma gama en diferentes fabricantes.
Y dentro de la estética, qué aspectos son los que más influyen en las decisiones. Esencialmente dos. El primero el grosor. Son mucho más atractivos los terminales delgados que los gruesos. En smartphones y tablets ya lo intuíamos, pero ocurre lo mismo en ordenadores, pantallas e incluso en reproductores de MP3. Los clientes son capaces de sacrificar alguna prestación por un terminal más delgado.
El otro aspecto importante es el tacto. Texturas que a la vista son suaves y no parecen plástico (aunque lo sean) son los que más decantan la elección de los terminales. Evaluar la influencia del tacto en una decisión de compra es complicada, por eso lo que lo que los investigadores han tratado de medir combinando técnicas tradicionales con neuromarketing es la influencia del aspecto más que lo que el cliente percibe cuando lo toca. Al fin y al cabo el primer contacto que tenemos con un terminal siempre suele ser a través de una foto o detrás del cristal de una vitrina o escaparate, por lo que es lógico pensar que la "sensación visual de textura" es más importante que el tacto en sí.
Lo que más me llama la atención, sin lugar a dudas, el contraste entre lo que los fabricantes piensan y lo que piensan los clientes. Mientras esa visión siga así, el mercado estará dominado irremediablemente por los únicos dos que trabajar para darle al cliente lo que este realmente busca. En las ventas influye más de lo que pensamos todo aquello que normalmente ignoramos.
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