En el año 2005, la agencia de viajes Sky Travel encargó al
psicólogo estadounidense Cliff Arnall que calculase cuál sería el día más
triste del año como parte de una campaña publicitaria. La idea de la agencia
era promocionar viajes como solución infalible para combatir ese fatídico día.
Arnall, usó en su propuesta de día más triste variables como los gastos, la
lejanía de las vacaciones, o el comienzo del incumplimiento de los propósitos
de año nuevo, llegando a la conclusión de que el tercer lunes del año era el
día más triste.
El cálculo es fruto de una campaña para que dicha agencia
pudiese vender viajes en esta época del año, pero la trascendencia de este día
ha superado con creces las expectativas que inicialmente habían puesto sobre
él. Es más, al año siguiente encargaron al mismo psicólogo que calculase el día
más feliz del año para otra campaña, que resultó ser el tercer lunes de junio,
aunque éste parece que ha tenido menos trascendencia.
Dejemos a un lado si de verdad este día es el más triste o
el más feliz, para centrarnos en el nombre: “Blue Monday”. Los británicos llamaron a azul al día más
triste del año porque asocian este color a esta emoción. ¿Recuerdan la película
de Disney Inside Out? ¿Recuerdan de qué color era el personaje que encarnaba a
la emoción tristeza?
En este blog hemos comentado en muchas ocasiones que el
asociar sensaciones y emociones a los colores es algo muy dependiente de la
cultura y el momento en que vivimos. Asociamos emociones a determinados colores
bien por lo que hemos vivido junto a ellos o bien porque en nuestro entorno los
demás los asocian. Aunque es cierto que el significado de algunos colores
trascienden fronteras, no lo es menos que algunos dependen muy mucho de cada
cultura, como es el caso que nos ocupa.
Un equipo de una universidad norteamericana se propuso estudiar
si el azul es “universalmente” asociado a la tristeza, para ello tomó una
muestra formada por americanos, latinos residentes en Norteamérica y latinos
residentes en Latinoamérica. Sometieron a los diferentes grupos al visionado de
vídeos. Aleatoriamiente a algunos participantes se les mostraban los vídeos con
un filtro azul. La mayor parte tanto de los estadounidenses como de los latinos
residentes en este país que habían visto los vídeos con el filtro calificó los
vídeos como más tristes, cosa que no ocurrió con los latinos residentes en
Latinoamérica.
La atribución de una emoción a un color no es algo ni mucho
menos innato, sino cultural. Aprendemos a otorgarle un significado a lo largo
de nuestra vida por lo que vivimos con ellos y por lo que los demás expresan
con los mismos. Con lo que cuando vayamos a seleccionar los colores de una
imagen corporativa o una campaña y queramos saber qué significado tienen dichos
colores, habrá que ver también sobre qué cultura se ha hecho el estudio que
tenemos entre manos y a qué cultura nos dirigimos. El azul que para los
británicos expresa tristeza en otras culturas es signo de distinción y en otras
incluso de mala suerte.
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